Puede haber cuatro razones posibles:
- Están hartos de su vida matrimonial y creen que todo matrimonio es una responsabilidad.
- No están casados, pero a través de sus padres, amigos y otros encuentros sociales, se han formado una imagen negativa del matrimonio.
- Solo están tratando de ser ingeniosos para complacerte. La otra respuesta puede ser la simpatía, pero supondrían que eso te arrastraría hacia abajo, por lo que solo quieren animarte.
- Han visto tu vida de casada desde muy cerca y han observado que tu esposa te estaba derribando, lo cual no notaste.
Sí, puede ser desagradable pero depende de la percepción. Una buena risa nunca hace daño a nadie. Al mismo tiempo, acepte el hecho de que el divorcio ha ocurrido y que no se puede hacer nada al respecto. Entonces, en lugar de contemplar todas las razones posibles y terminar miserable, intente buscar el lado positivo y hablar más con ellos. Pregúntales por qué sienten que es bueno para ti. Mantén una mente abierta y escucha. Podrían ser capaces de decir algunos aspectos positivos que nunca notaste. Eso puede ser un gran elevador.