Si estuviéramos hablando de comentarios que mi familia, amigos o colegas podrían hacer acerca de su “experiencia” personal con respecto a mí, me gustaría que dijeran que se sentían seguros conmigo, que yo era digno de confianza, que siempre tuve sus mejores intereses en corazón. Incluso que puse sus intereses por delante de los míos.
Lo mejor que alguien podría decir sobre mí durante mi vida es que pueden ver o sentir a Jesucristo en mí.