Es normal y beneficioso tener tales aspiraciones y sueños.
Muy pocas personas logran ser elegidas Presidente de los Estados Unidos, así que no cuentes tu vida como un fracaso si esto no ocurre. Tener esta meta y aspiración es normal, saludable e incluso útil. Por ejemplo, mientras persigue su sueño, puede emprender actividades de “liderazgo” e incluso si el sueño de convertirse en Presidente no se materializa, tal vez termine convirtiéndose en el CEO de Intel, el CMO de Coca Cola, Senador de California en los EE. del próximo Facebook / Amazon / Microsoft o el ganador del Premio Nobel de Medicina en 2060 por sus descubrimientos para curar enfermedades. Si bien no es el POTUS, estos otros resultados no serían tan malos y podrían originarse de manera realista a partir de un sueño inicial que lleva su vida a un rumbo diferente.