¡No la críes como una “niña”! No le digas que no puede o debe hacer algo porque es una niña. O no debe vestirse de cierta manera o debe estudiar ciertos campos debido a su género. No la hagas odiar lo que es. Permítale la libertad de ser su verdadero yo, y haga lo mismo con sus futuros hijos, ya sean niños o niñas.
No tengo ninguna duda de que la amarás locamente! Deseo tu felicidad.