A mis suegros les gusta visitar a su primer nieto una vez al mes, pero siempre se quedan más que bienvenidos. Mi esposa no intervendrá, ¿cómo puedo resolver mi problema?

Felicitaciones por tener a tu hijo. ¡Un nuevo bebé siempre es algo para disfrutar y celebrar!

Creo que este problema debe resolverse primero entre usted y su esposa. ¿Qué piensa ella de las visitas de sus padres? ¿Le gusta verlos o siente que las visitas son demasiado frecuentes y / o demasiado largas? Si a ella le gusta que vengan, tal vez usted pueda llegar a un acuerdo, tal vez sugiriendo que sus suegros se queden en un hotel o limiten la duración de su estadía. Por otro lado, si su esposa teme molestar a sus padres, es posible que necesite su ayuda para establecer un límite en las visitas.

Una vez que usted y su esposa hayan determinado entre ustedes qué funcionaría mejor para ustedes, pueden determinar cuál es la mejor manera de acercarse a sus padres. Asegúrese de ser educado y de darles crédito por querer ser parte de la vida de su nieto, incluso si necesita establecer un límite en las visitas. Este es un momento para establecer su propia familia, y mantener sanas las relaciones familiares es una parte importante de eso.

Mis mejores deseos para ti –
Ana

Tu esposa ya sabe que esto es un problema para ti. Pregúntate a ti mismo si estás siendo razonable. ¿Se quedan por una semana? ¿Unos pocos días? ¿Durante la noche? A menos que estén viajando por todo el país, yo diría que una visita mensual durante la noche sería razonable. Eso significa que llegan un día y salen del siguiente.

Si se quedan más de eso cada mes, no estás siendo irrazonable. Dígale a su esposa que el límite de tiempo es una sola visita mensual y si ella no puede aclarárselo a sus padres, debe visitarlos en lugar de viceversa. Su otra opción sería decirle a su esposa que si sus padres exceden el límite, usted hará las maletas y se irá a un motel o a la casa de un amigo. Ella estará en la posición de tener que explicarles por qué lo has hecho.

Le recomendaría que haga una cita con un consejero matrimonial y le pida a su esposa que asista con usted. Dejale muy claro que no hacerlo te enviará una señal clara de que ella no toma el matrimonio tan en serio como tú y actuarás en consecuencia.