Cuando se acaba tu matrimonio, ¿cómo te las arreglas?

Una ruptura o divorcio te lanza a un territorio inexplorado. Todo se interrumpe: su rutina y responsabilidades, su hogar, sus relaciones con familiares y amigos, e incluso su identidad. Una ruptura también trae incertidumbre sobre el futuro. ¿Cómo será la vida sin tu pareja? ¿Encontrarás a alguien más? ¿Terminarás solo? Estas incógnitas a menudo pueden parecer peores que estar en una relación infeliz.

Un consejo real: así es como salvé mi matrimonio – Pete Menoi – Medio

Este dolor, interrupción e incertidumbre significa que recuperarse de una ruptura o divorcio puede ser difícil y tomar tiempo. Sin embargo, es importante que te recuerdes que puedes superar esta experiencia difícil y seguir adelante con tu vida como una persona más fuerte y sabia.

Hable sobre cómo se siente. Incluso si le resulta difícil hablar de sus sentimientos con otras personas, es muy importante encontrar una manera de hacerlo cuando está de duelo. Saber que otros están conscientes de sus sentimientos lo hará sentirse menos solo con su dolor y lo ayudará a sanar. Escribir en un diario también puede ser una salida útil para sus sentimientos.

Cuando mamá y papá se separan, un niño puede sentirse confundido, enojado e inseguro, así como profundamente triste. Como padre, puede ayudar a sus hijos a lidiar con la ruptura brindando estabilidad y atendiendo las necesidades de su hijo con una actitud positiva y tranquilizadora. Ver: Los niños y el divorcio.

El apoyo de los demás es fundamental para la recuperación después de una ruptura o divorcio. Es posible que tenga ganas de estar solo, pero aislarse solo hará que esta vez sea más difícil. No trates de superar esto por tu cuenta.

Conéctate cara a cara con amigos y familiares de confianza. Las personas que han pasado por rupturas o divorcios dolorosos pueden ser especialmente útiles. Saben cómo es y pueden asegurarle que hay esperanza para la curación y nuevas relaciones. El contacto frecuente cara a cara también es una excelente manera de aliviar el estrés de una ruptura y recuperar el equilibrio en su vida.

Un divorcio es un evento muy estresante, que cambia la vida. Cuando atraviesas el problema emocional y te enfrentas a grandes cambios en tu vida, es más importante que nunca cuidarte a ti mismo. La tensión y el malestar de una ruptura importante pueden dejarlo psicológicamente y físicamente vulnerable.

Trátese como si estuviera superando la gripe. Descanse lo suficiente, minimice otras fuentes de estrés en su vida y reduzca su carga de trabajo si es posible. Aprender a cuidarse a sí mismo puede ser una de las lecciones más valiosas que aprenda después de una ruptura. Cuando sienta las emociones de su pérdida y comience a aprender de su experiencia, puede decidirse a cuidarse mejor y tomar decisiones positivas en el futuro.

Haz tiempo cada día para nutrirte. Ayúdese a curarse programando un tiempo diario para las actividades que encuentre calmantes y relajantes. Pase tiempo con buenos amigos, pasee por la naturaleza, escuche música, disfrute de un baño caliente, reciba un masaje, lea un libro favorito, tome una clase de yoga o saboree una taza de té.

Tomar un descanso. Trate de no tomar decisiones importantes en los primeros meses después de una separación o divorcio, como comenzar un nuevo trabajo o mudarse a una nueva ciudad. Si puede, espere hasta que se sienta menos emocional para poder tomar decisiones con una mente más clara.

Como alguien que ha soportado esta triste situación, puedo compartir lo que ha sido (y sigue siendo) útil para mí: la oración. Cuando mi matrimonio terminó, me sentí increíblemente sola. La persona con quien había compartido mi vida durante muchos años ya no estaba allí y me había puesto en una posición de empezar de nuevo. Me pareció desalentador. La oración me reconfortó porque no me sentía tan sola. Mi fe me permitió creer que Dios tiene algo maravilloso en mi futuro y, aunque la muerte de mi matrimonio fue traumática para mí, el cambio masivo tenía que suceder para dejar espacio para el próximo capítulo que Dios tenía para mí. Mi fe en Dios y su plan me ha llevado a través de este momento increíblemente difícil en mi vida. No sé lo que hace alguien que no comparte una relación con Dios durante los momentos aparentemente insoportables de la vida. Su presencia en mi vida es un consuelo sin el cual no puedo vivir.

Estás vivo, eres libre, el sol sale cada día y puedes ver cosas hermosas. Disfruta tu vida.

Mantente ocupado con amigos, hazte una manicura y comienza a salir. Vive tu hermosa vida.

Está en tus manos.