El amor no es una cantidad finita. Es un estado emocional. No es como cuando alguien se casa, su capacidad de amar disminuye, o cuando se casan, literalmente regalan una cantidad de su capacidad de amar.
Lo que sucede es que, típicamente, las personas que se divorcian tienen una mayor probabilidad de divorciarse nuevamente. ¿Por qué? Bueno, podría haber muchas razones.
A medida que envejecemos, tendemos a ser más establecidos en nuestras formas. Típicamente, las personas que se casan también viven juntas. Vivir con alguien requiere ajustar sus rutinas y hábitos. Entonces se pone más difícil.
Además, si alguien que estuvo casada antes de divorciarse debido a la infidelidad por parte de su cónyuge, ella puede estar más dispuesta a sospechar la infidelidad.
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Y, tal vez ella estaba mucho más dispuesta a aguantar las cosas en su primer matrimonio que ahora no toleraría. Tal vez ella toleró una vida sexual pobre, o una vida muy pasiva, y ahora quiere una vida más activa y positiva.
Entonces, no creo que sea automáticamente malo casarse con alguien que se haya casado antes. Pero, serán más cautelosos y estarán más dispuestos a divorciarse si el matrimonio no va a ninguna parte.