Sin tener en cuenta los tamaños desiguales de los cromosomas sexuales y otras complicaciones, cada niño recibe la mitad de los genes de cada padre. Cada individuo tiene el valor esperado de compartir la mitad de sus genes con su hermano (no idéntico a gemelo): cada uno recibe una mitad aleatoria de cada padre en la mezcla de meiosis, y aunque es posible que coincidan exactamente (la misma mitad de cada progenitor) o precisamente el desajuste (diferentes mitades de cada progenitor) la relación del 50 por ciento es más probable cuando se consideran miles de genes. Es posible, pero prácticamente sin importancia, considerar la posibilidad de una relación de 0 o 100 por ciento entre hermanos, tal como es posible, pero sin importancia, considerar la posibilidad de voltear 100 monedas como cabezas o todas las colas.
Entonces, tus padres tienen la mitad de tus genes, tus tías y tíos por sangre, cada uno lleva 1/4 (si son hermanos completos con tus padres), y cada primo primo debe retener un 1/8 aleatorio de los genes que también reside en tu cuerpo. No son realmente ‘tuyos’.