Desde mi punto de vista, casarse correctamente significa satisfacer los requisitos iniciales de atracción y compatibilidad, pero también lo más importante es dominar las tres disciplinas de las relaciones efectivas que son la escucha efectiva, la comunicación efectiva y el manejo efectivo de las emociones por ambas partes. Escuchar de forma efectiva significa escuchar sin prejuicios, filtros o críticas, de modo que los problemas puedan realmente escucharse y responderse de manera apropiada. La comunicación efectiva significa comunicarse sin negatividad, habiendo realmente escuchado el tema en cuestión y genuinamente avanzando hacia una resolución amistosa del asunto.
El manejo efectivo de las emociones significa desprenderse de cualquier emoción negativa que pueda estar presente cuando “los episodios” se están reproduciendo de tal manera que se puedan fomentar resoluciones amigables.