Si la lactancia es natural, ¿por qué duele?

El parto es natural y duele como el infierno, especialmente el parto “natural”. Ahora no pretendo ser ningún experto en lactancia materna, pero a juzgar por la experiencia en mi hogar y por lo que he escuchado, los pezones pueden ser sensibles al principio y mucho tiene que ver con que el bebé aprenda a prenderse y sujetarse. Ser menos urgente en el proceso.

Sí, es natural. Y me duele.
Muchas cosas naturales duelen.
Depende de muchas cosas. A veces la lactancia prolongada duele. A veces la ternura lo hace difícil. A veces no lo hacemos de la manera correcta, ya que siempre nos cubrimos, por lo que solemos dejar que suceda de la manera que sea posible, en lugar de elegir la manera ideal.

No debería, pero puede suceder.

Cuando mi hijo mayor era un recién nacido, el primer mes más o menos dolía cada vez que empezaba a beber. Durante el primer minuto más o menos, realmente dolió. Después de un rato dejó de doler. Tal vez nuestra técnica fue mejor, tal vez mis senos se acostumbraron a la alimentación. No lo sé. Lo mismo no sucedió cuando nació el número 2.

La razón más probable, sin embargo, es una mala técnica. Si el bebé solo toma el pezón, pronto se lesionará. También necesita tomar la mayor cantidad de areola que sea posible.

Le sugiero que se ponga en contacto con su partera local o con La Leche Leage o con una organización similar tan pronto como sea posible para obtener algunos consejos prácticos. Pueden verificar si el bebé se está alimentando correctamente, ayudarlo a mejorar su alimentación y darle otro tipo de consejos sobre cómo amamantar (con mucho gusto después de 😉). La Leche Leage maneja voluntarios, damas que aman compartir, que aman a los bebés y te ayudan en todo lo que pueden.

No tendemos a ver mucho la lactancia materna: cuando lo hacemos, todos estamos cubiertos al máximo porque no quieren que las personas sepan que están amamantando o que vean cómo lo hacen. Como resultado, las personas no tienen idea de cómo dejar que el bebé se enganche correctamente en el pezón. No se parece en nada a lo que te imaginas si miras un biberón (solo incluye la parte puntiaguda).

En resumen, no hay suficientes ejemplos para emular por ahí.