Los adolescentes y los adultos jóvenes mienten cuando el ego entra en conflicto con la realidad. La realidad es rechazada, el ego gana y fabrica una realidad que muestra al ego de la mejor manera.
O bien, la persona teme por las consecuencias de decir la verdad.
Encuentro que explicar los beneficios de no mentir (¡nunca!) Y describir por qué decir la verdad es una mejor manera de vivir hace que las personas que mienten entiendan el estrés que se infligen a sí mismas cuando mienten.
Mentir puede convertirse en un hábito no deseado y, como cualquier hábito no deseado, requiere fuerza de voluntad y esfuerzo para cambiar, y es importante aprender a usar comportamientos de reemplazo como primer recurso en lugar de recurrir al hábito no deseado.
- ¿Qué piensan los adolescentes cuando una niña los mira?
- Me siento tan sin propósito y solo, ¿qué puedo hacer cuando todavía soy un adolescente pero estoy fuera de la escuela?
- A los 15 años, ¿qué puedo hacer para cumplir mi pasión por la política?
- ¿Cómo puede un niño de 14 años ganarse la autoestima?
- Al comenzar una nueva empresa potencialmente valiosa a los 17 años, ¿cuáles son algunas de las cosas que se deben hacer para no atornillarme?
De esa manera, reemplazamos un hábito no deseado (mentir) con un hábito deseado (siempre diciendo la verdad sin subestimación o exageración).
Razones para dejar de mentir:
- Es demasiado exigente mantener las mentiras en orden.
- El albergar falsedades te hace sentir astuto y engañoso.
- Pronto confundes lo que es verdadero y lo que no lo es, confundiéndote y nunca confiando en tu propio juicio.
- Baja tu autoestima mentir. Si sabes que no eres digno de confianza, lo transmitirás con lenguaje corporal u otra comunicación, y al menos parecerá que siempre estás ocultando algo.
- Mentir es la salida de los cobardes y la ambrosía del narcisista. Afrontar las consecuencias. Ponte de pie y acepta tu verdad.
- Las consecuencias de mentir son siempre peores que las consecuencias de decir la verdad.