¿Cuáles son las cosas más importantes que contarle a tu madre antes de que pase?

Que apreciaste todo lo que ella hizo por ti mientras crecías.

Que entiendas cuánto tuvo que sacrificarse por ti y tu familia.

Que aprendiste tanto de ella.

Que ella es y siempre será la mujer más importante e influyente en tu vida.

Que usualmente tenía razón en todo y te arrepientes de todas las veces que no la escuchaste.

Que lo lamentas si alguna vez la decepcionas o la lastimas.

Que estás agradecido por todas las veces que ella fue un hombro para llorar.

Que la harás orgullosa.

Y lo más importante … “Te amo”.

Me senté junto al lecho de muerte de mi madre y mientras estaba allí tomé una decisión simple: decir lo que pensaba, libre y abiertamente. No quería lamentar haber retenido ningún tema. Recuerdo que le pregunté si había perdonado a una amiga que sabía que estaba decepcionada, por ejemplo. Significó mucho para mí poder decirle a su amiga que mi madre lo había hecho. Sólo un ejemplo. Solo sé libre y di tu opinión. No te detengas.

No fue tanto lo que dije (“Te amo”), sino lo que hice. Para ella era importante tener una “buena muerte”, como ella dijo, así que le di lo que más quería de mí: yo.

Vivía en el mismo estado pero a varias horas de distancia. Con mal tráfico y un viaje en ferry, no fue un viaje fácil y rápido.

Después de su diagnóstico de cáncer de páncreas en estadio 4, hablamos todos los días por teléfono durante el tiempo que ella quería, sobre lo que quería hablar, el tiempo que ella quería hablar. Algunos días fue una breve llamada telefónica, algunos días una larga llamada en la que mi esposo se hizo cargo de toda la crianza y la cocina (su regalo para nosotros) y me trajo la cena mientras permanecía en el teléfono, y otros días eran muchas llamadas.

En su último día, dejé todo, me tomé el día libre del trabajo, conduje toda la mañana y pasé el día y la tarde haciendo lo que ella quería, ya fuera sentado al sol, dando un paseo, lo que fuera.

Fue el regalo del tiempo, de ponerla primero y lo más importante, y hacer que se respeten sus deseos y su muerte. Era todo lo que tenía que darle. Fue mi mejor intento de mostrarle “Te amo”, además de decirlo.


A diferencia de decirle (lo cual sigo creyendo que es una buena idea), me gustaría centrarme más en mostrarle mis acciones y decisiones en la vida. Me gustaría que viera cómo vivo mi vida para modelar las cosas que me ha enseñado. Lo que hago, donde lo hago, cómo lo hago, cuando lo hago, gran parte de esto se basa en sus enseñanzas.

Básicamente cae bajo el viejo adagio “las acciones hablan más que las palabras”.

Te amo, lo siento, perdóname, gracias.