Porque no saben nada mejor y así fue como fueron criados. La mayoría de esas culturas que hacen eso son aquellas en las que hay muchos miembros de la familia (mujeres): madres, abuelas, tías, a veces incluso vecinos que son como la familia. Y como ya hay mucha presencia femenina y el sistema de apoyo está ahí, se presume que la presencia del esposo es inútil.
Vengo de una cultura ligeramente progresiva, pero hace apenas 40 años, cuando nací, mi madre me dijo que mi padre no estaba en la sala de parto con ella. Vino más tarde, después de que me limpiaran y estuviera “listo para la presentación”. Luego, los tiempos cambiaron y nuestra sociedad avanzó más y los padres comenzaron a quedarse en la sala de parto con las madres (como mi esposo cuando di a luz a nuestra hija (imagen de abajo).