No lo sé. La mejor manera de averiguarlo es revisar cuidadosamente todos sus bolsillos, cajones de escritorio y cajones de la cómoda. También revise el sótano y el garaje en busca de rincones y grietas ocultas donde el pícaro podría haberlo escondido. Revise la guantera de su automóvil, el paraguas que se encuentra dentro de la puerta delantera y también la nevera y los armarios de la cocina.
Solo espero que no se lo haya comido al gato. Manteniendo mis dedos cruzados por ti.