Es un hecho evidente que los padres están más apegados a sus hijos que viceversa. Incluso si alguien dice que estoy muy apegado a mis padres, él / ella todavía no puede igualar el apego que tienen los padres. Para nosotros tenemos muchas cosas que admirar o hacer en la vida. Solo nos tienen a nosotros y tenemos que respetar eso. Se entregan todo por nuestra felicidad. Y es así que se vuelve muy natural que lloren cuando ven que su hijo tiene éxito en la vida, sea en cualquier etapa y en cualquier momento. Han visto crecer a sus hijos de niños a adultos. Han educado a ese niño para que tenga éxito y sea una persona feliz. Así que tuvieron una visión, y cuando ven que sucede en vivo delante de sus ojos, la felicidad está en niveles tales que sale en forma de lágrimas.
Es difícil para nosotros entenderlo ahora, pero llegará el momento en que nosotros también lo enfrentaremos y luego podremos darnos cuenta de esto. Esté allí para sus padres siempre. Nos necesitan más que cualquier otra cosa 🙂