¡No necesitas amar más a tu cónyuge para no hacer trampa! Necesitas respetarte a ti mismo y tus compromisos más. Practica más autocontrol y autocontrol. Tratar de “amarlo más” para no hacer trampa, realmente está ladrando al árbol equivocado.
La gente no hace trampa porque ama a alguien menos usualmente. Hacen trampa porque la tentación (y la emoción) es demasiado fuerte para que puedan resistirlos, ¡especialmente cuando están desilusionados de que el amor naturalmente nos haga monógamos! La mala noticia para nosotros los humanos es que no es así. Es una elección que hacemos cuando nos comprometemos a una relación exclusiva.