Unos pocos no negociables: no compartir secretos íntimos con otros, no discutir frente a los niños y, obviamente, no hay asuntos de adulterio.
Gran parte del resto está abierto a la negociación y al compromiso: dónde vivir, cómo invertir / gastar dinero, la asignación de tareas domésticas, cuántos hijos tener y cómo criarlos, etc.