- Entender que la felicidad no es lo más importante. La felicidad va y viene. Las parejas exitosas aprenden a hacer intencionalmente cosas que le devolverán la felicidad cuando la vida se aleje.
- Descubriendo el valor en tan solo aparecer. Cuando las cosas se ponen difíciles y las parejas no saben qué hacer, necesitan quedarse allí y estar allí para su cónyuge. El tiempo tiene una manera de ayudar a las parejas a resolver las cosas brindando oportunidades para reducir el estrés y superar los desafíos.
- Si haces lo que siempre haces, obtendrás el mismo resultado. Las parejas sabias han aprendido que hay que abordar los problemas de manera diferente para obtener resultados diferentes. A menudo, los cambios menores en el enfoque, la actitud y las acciones hacen la mayor diferencia en el matrimonio.
- Tu actitud importa. Cambiar el comportamiento es importante, pero también lo es cambiar las actitudes. Las malas actitudes a menudo conducen malos sentimientos y acciones.
- Cambia de opinión, cambia tu matrimonio. Cómo piensan las parejas y lo que creen acerca de su cónyuge afecta la forma en que perciben al otro. Lo que esperan y cómo tratan a su cónyuge es muy importante.
- La hierba es más verde donde la riegas. Las parejas exitosas han aprendido a resistir que la hierba es un mito más verde, es decir, alguien más me hará feliz. Han aprendido a poner su energía en hacer que ellos y su matrimonio sean mejores.
- Puedes cambiar tu matrimonio cambiándote a ti mismo. Las parejas de veteranos han aprendido que tratar de cambiar a su cónyuge es como tratar de empujar una cuerda: es imposible. A menudo, la única persona que podemos cambiar en nuestro matrimonio somos nosotros mismos.
- El amor es un verbo, no solo un sentimiento. La vida cotidiana desgasta el “sentirse bien del matrimonio”. Los sentimientos, como la felicidad, fluctuarán. Pero, el amor real se basa en los votos de compromiso de una pareja: “Para bien o para mal”: cuando se siente bien y cuando no.
- El matrimonio a menudo se trata de pelear la batalla entre tus oídos. Las parejas exitosas han aprendido a resistirse a guardar rencor y mencionar el pasado. Recuerdan que se casan con una persona imperfecta y también lo hizo su cónyuge.
- Una crisis no significa que el matrimonio haya terminado. Las crisis son como tormentas: ruidosas, temibles y peligrosas. Pero para superar una tormenta hay que seguir conduciendo. Una crisis puede ser un nuevo comienzo. Es por dolor que se producen grandes personas y matrimonios.
Fuente:
Diez secretos para un matrimonio exitoso