Cómo enfrentar y manejar mejor a la persona con la que estoy realmente irritado y molesto.

Hay un límite al cual una persona puede molestar a otros. Después de algún tiempo, la persona también se cansa y deja de preocupar a los demás. Por lo tanto, podemos permanecer pacientes siempre que no excedan los límites.

Alternativamente, si la otra persona no parece cambiar, podemos cambiar nuestro patrón de pensamiento hacia esa persona. Podemos presentar una queja a los ancianos de esa persona o a la policía sobre el comportamiento erróneo de la persona.
Por ejemplo, usamos zapatos en áreas montañosas para proteger nuestros pies contra las piedras duras y el calor del sol. El enfoque similar puede ser adoptado en los otros casos.