¿Cómo es ser el padre de un criminal importante, por ejemplo, un asesino o un extremista?

Mi hijo, como usted sabe, ha estado en prisión por casi 23 años, con algunos meses de descanso cuando estuvo fuera.

Es difícil saber que a mi edad nunca podré volver a verlo en el exterior, nunca pasar tiempo con él haciendo cosas normales.

Visito cada mes, tenemos 2 horas para hablar, es difícil.

Cuando me voy, le sonrío, pero por dentro me están destrozando, quiero poder sostener a mi hijo.

Espero sus llamadas telefónicas, duran 2 o 3 minutos, cuando preguntamos si todo el mundo está bien, pero no queremos decirle ningún problema, ya que podría estropear el tiempo que tenemos.

Hace unos años tuve cáncer y supe que tenía que decirle antes de que alguien más lo mencionara. Tuve que llamar a la prisión y hablar con el padre que me dijo que hablaría con él y que me llamara. Ahora, le pedí que por favor le dijera que no quería que se preocupara o que se enojara si no podía llamarme hasta el día siguiente.

En su lugar, solo le dieron un poco de papel con mi número y le dijeron que llamara a su madre, es urgente. No tenía crédito telefónico y estaba realmente molesto. Tuvo que pedir prestada una tarjeta telefónica y llamarme, 2 o 3 minutos no fueron suficientes para tranquilizarlo, estaría bien. Así que ambos terminamos preocupados y asustados.

No me malinterpretes, está allí porque es un criminal y muy violento, pero sigue siendo mi hijo.

Oh, por otra parte, es un alivio que esté dentro, para mí, al menos, sé que está comiendo trabajando y sin meterse en problemas y siempre sabré dónde está. No muchas madres pueden decir eso.

A lo largo de los años, me he acostumbrado al proceso degradante de las visitas a la cárcel y solo veo lo mejor de él, ya que es una visita.

Sé que él está en el mejor lugar, está a salvo del mundo y el mundo está a salvo de él.

No todos los extremistas somos “criminales”. Probablemente no la mayoría de nosotros. De hecho, soy un abogado de defensa criminal. Y sí, soy extremista. Soy un revolucionario comunista. Mi madre estaba horrorizada. Mi padre no estaba de acuerdo conmigo.

No tengo conocimiento de primera mano que pueda dar una respuesta a esta pregunta. Sin embargo, encontré el libro “El buen padre” una lectura muy interesante y que aborda esta pregunta. Le sugiero que lo lea para comprender en profundidad cómo fue para un padre tener un hijo que fue un asesino.