¿Por qué romantizamos tanto los recuerdos pasados ​​como las relaciones pasadas?

Porque nos dimos cuenta de que una vez en nuestra vida en aquel entonces, nos sucedió una gran cosa. Estábamos felices esa vez y aunque probablemente terminó, los agradables sentimientos felices aún permanecían en nuestra mente de que cada vez que nos lo recordaban, no podemos evitar sentirnos un poco más tranquilos.
Y el pasado a menudo se usa como escapismo de lo que se siente ahora.