El punto en el que aprendes que la persona con quien te casaste no es la persona que pensabas que era, es el punto en el que creces y aprendes si eres capaz o no de mantener un compromiso con la persona con la que te comprometiste, verrugas y todos.
Sin embargo, si la persona con la que pensabas casarte se convierte en un punto de venta, descubres que cometiste un error que puedes deshacer lo antes posible.