Nuestros cuerpos naturalmente anhelan los nutrientes que necesitamos (no solo durante el embarazo, sino especialmente). Por ejemplo, si se le antoja la carne roja, puede ser bajo en hierro.
Es posible que te falte calcio, grasas o proteínas. Al ansiar la leche, su cuerpo se asegura de que usted y su feto logren satisfacer todas sus necesidades para un desarrollo óptimo.