¿Qué debes hacer cuando un jugador que amas va a un equipo que odias?

Amo a Adam Gilchrist pero odio a los australianos, así que esto es lo que más hago

  1. Quería que Gilchrist anotara un siglo, pero Australia perdió
  2. Quería que tomara capturas increíbles, pero otros abandonaron a los asistentes.
  3. Quería que Gilly deslizara la cabeza de los no huelguistas (Hayden, Ponting)

Comprenda que una carrera deportiva es corta y precaria y que los jugadores DEBEN tomar las mejores decisiones para ellos y sus familias basándose en esos dos hechos.

Ahora, imagine el escenario en el que cambia de trabajo usted mismo y que algunas personas que prefirieron no haber cambiado de empresa ahora se presentan en su nuevo lugar de trabajo para molestarlo y reprenderlo. Es ridículo no es?

Es posible amar a un jugador en un equipo que odias.

En el peor de los casos, esperas que le vaya bien para que eventualmente se vaya a otro equipo. Durante ese tiempo puedes animar su actuación individual y apreciar su juego.

En el mejor de los casos, aprendes a aceptar al equipo que odias y quizás empieces a evaluarlos en otras cosas además de las rivalidades geográficas tradicionales. Tal vez el equipo no sea un equipo tan malo después de todo.