Esta es la cultura más triste que jamás he visto. La gente se sienta con el ceño fruncido en el metro; hay cero contacto visual. Los coreanos trabajan como perros, pero tienen poca eficiencia y resultados. Tienen que competir por todo. La mitad de su vida se gasta complaciendo a alguien por encima de ellos. La única vez que veo una felicidad genuina aquí es cuando la gente está bebiendo, o cuando está jugando con la familia o con las mascotas en el parque. No es de extrañar que cualquier demográfico encuestado sea infeliz.
Parte de esto es que el país se sacrificó tanto para construirse después de la guerra que el ocio y la autoexpresión nunca fueron valorados, y el sistema escolar y la cultura de trabajo lo demuestran. Parte de ello es el complejo de mártires nacionales: todo es culpa de Japón y Estados Unidos. Parte de esto es que en el pasado, y hasta cierto punto, las mujeres simplemente no son tratadas bien aquí. Pero para ser sincero, sí, hay mucho materialismo en ambos sexos que casi garantiza que la gente estará insatisfecha.
Cada. vacaciones. en Corea.
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Pero el país está cambiando rápidamente. Puede que no sea así en una generación. Los estudiantes universitarios a los que enseño saben que ahora tienen opciones. La mayoría aún se casará, pero tal vez lo hagan con los ojos abiertos más, y eso probablemente será más saludable para sus matrimonios.