Creo que la proclamación mormona de la familia es la mejor en mi libro. Aquí está el texto.
NOSOTROS, LA PRIMERA PRESIDENCIA y el Consejo de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, proclamamos solemnemente que el matrimonio entre un hombre y una mujer es ordenado por Dios y que la familia es fundamental para el plan del Creador para el El destino eterno de sus hijos.
TODOS LOS SERES HUMANOS, hombres y mujeres, son creados a imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos. El género es una característica esencial de la identidad y el propósito individual premortal, mortal y eterno.
EN EL REINO PREMORTAL, los hijos e hijas espirituales conocían y adoraban a Dios como su Padre Eterno y aceptaban su plan mediante el cual Sus hijos podían obtener un cuerpo físico y adquirir experiencia terrenal para progresar hacia la perfección y finalmente realizar su destino divino como herederos de la vida eterna. El plan divino de la felicidad permite que las relaciones familiares se perpetúen más allá de la tumba. Las ordenanzas y los convenios sagrados disponibles en los templos sagrados hacen posible que las personas regresen a la presencia de Dios y que las familias se unan eternamente.
- ¿Por qué Dios permite que algunos matrimonios funcionen?
- ¿Debo creer las palabras, las propuestas de un hombre recientemente afligido cuya esposa de 50 años murió hace 4 meses?
- Me acosté con un hombre casado pero no sabía que estaba casado. Era una situación de una noche. ¿Debo decirle a su esposa?
- Como niña, si tus padres no están de acuerdo con un matrimonio amoroso, ¿cuál prefieres, amas o arreglas?
- ¿Puedes ser un cristiano nacido de nuevo y seguir teniendo relaciones sexuales con tu novia con quien pretendes casarte?
EL PRIMER MANDAMIENTO que Dios le dio a Adán y Eva se refería a su potencial para ser padres como marido y mujer. Declaramos que el mandamiento de Dios para que sus hijos se multipliquen y se repongan a la tierra sigue vigente. Además, declaramos que Dios ha ordenado que los poderes sagrados de la procreación sean empleados solo entre el hombre y la mujer, legalmente casados como marido y mujer.
DECLARAMOS los medios por los cuales se crea la vida mortal para ser nombrado divinamente. Afirmamos la santidad de la vida y de su importancia en el plan eterno de Dios.
ESPOSO Y ESPOSA tienen la solemne responsabilidad de amar y cuidar a los demás y por sus hijos. “Los niños son una herencia del Señor” (Salmo 127: 3). Los padres tienen el deber sagrado de criar a sus hijos en amor y justicia, satisfacer sus necesidades físicas y espirituales, y enseñarles a amar y servir a los demás, a observar los mandamientos de Dios y a ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan. Los esposos y esposas, madres y padres, serán responsables ante Dios por el cumplimiento de estas obligaciones.
La familia es ordenada por dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para su plan eterno. Los niños tienen derecho a nacer dentro de los lazos del matrimonio, y ser criados por un padre y una madre que honran los votos matrimoniales con total fidelidad. La felicidad en la vida familiar es más probable que se logre cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo. Los matrimonios y las familias exitosas se establecen y mantienen con los principios de fe, oración, arrepentimiento, perdón, respeto, amor, compasión, trabajo y actividades recreativas sanas. Por designio divino, los padres deben presidir a sus familias con amor y rectitud y son responsables de proveer las necesidades de la vida y la protección de sus familias. Las madres son las principales responsables de la crianza de sus hijos. En estas sagradas responsabilidades, los padres y las madres están obligados a ayudarse mutuamente como socios iguales. La discapacidad, la muerte u otras circunstancias pueden requerir una adaptación individual. Las familias extendidas deben prestar apoyo cuando sea necesario.
ADMINISTRAMOS que las personas que violan los convenios de castidad, que abusan de su cónyuge o descendencia, o que no cumplen con las responsabilidades familiares algún día serán responsables ante Dios. Además, advertimos que la desintegración de la familia traerá a los individuos, comunidades y naciones las calamidades anunciadas por los profetas antiguos y modernos.
PIDAMOS a los ciudadanos y funcionarios de gobierno responsables de todas partes para promover aquellas medidas diseñadas para mantener y fortalecer a la familia como la unidad fundamental de la sociedad.