1. Haz lo que dices que vas a hacer
Esto va de dos maneras: 1) No haga reglas que no pueda, o no quiera, hacer cumplir consistentemente (por lo tanto, menos es más); y 2) Mantener sus compromisos.
Es importante que los niños sepan que quieres decir lo que dices; esto genera confianza y respeto.
2. “Captura” a los niños siendo buenos y diles específicamente lo que te gustó
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- Mi padre me da listas de tareas domésticas para que las haga y dejemos que mi hermana menor se relaje y no haga nada. ¿Qué debo hacer?
- ¿Cuál fue tu peor momento en una reunión familiar?
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Los niños realmente quieren complacer a sus padres, y prosperan con comentarios constructivos y positivos.
Los padres a menudo dedicamos mucho tiempo y energía a señalar las cosas que nuestros hijos pueden mejorar. Es importante equilibrar esos mensajes con el reconocimiento de cosas que los niños ya están haciendo bien. Como los adultos, los niños quieren ser apreciados.
Cuando elogiamos a nuestros hijos, es importante ser específico. Entonces, en lugar de solo decir “¡Buen trabajo!” piensa en lo que estás apreciando y cuéntales sobre ello. Por ejemplo: “Realmente me gustó la calma y la paciencia que tenías con tu hermanita cuando estaba haciendo algo que te molestaba”.
3. Aprovechar el poder de las consecuencias naturales.
Permita que los niños experimenten las consecuencias naturales de sus acciones o elecciones (a menos que la salud o la seguridad estén en riesgo). Esto es esencial para el aprendizaje.
Permitir que los niños experimenten las consecuencias naturales de sus elecciones también puede minimizar las luchas por el poder, ya que no tendrá que intervenir. Entonces, si, por ejemplo, su hijo quiere usar sus sandalias de verano en un día lluvioso de invierno, considere dejarlo (a menos que viva en un lugar donde pueda sufrir una congelación).
4. Muéstrales el camino.
El castigo solo suprime el comportamiento. Asegúrese también de decirles a los niños (o con niños mayores, discutir) el comportamiento que desea ver en su lugar, y luego felicítelo específicamente.
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Aquí hay una publicación sobre cómo ayudar a sus hijos a obtener lo que quieren usando el comportamiento apropiado.
5. Cuidado con el exceso de funcionamiento para sus hijos
Cometer errores y experimentar el “fracaso” y la decepción son experiencias vitales esenciales que brindan la oportunidad para que los niños aprendan y practiquen buenas habilidades de afrontamiento.
Más sobre el exceso de funcionamiento: cómo saber si está haciendo demasiado por sus hijos
6. Practicar el toque positivo.
La investigación muestra constantemente que el contacto positivo (por ejemplo, abrazos, caricias, abrazos) es absolutamente fundamental para el desarrollo y el bienestar continuo de los niños.
Así que tómate un descanso todos los días para darles un abrazo o abrazo a tus hijos. Si su hijo mayor no quiere abrazar más, aún puede darles un apretón amoroso en el brazo o una palmadita en la espalda.
7. Hacer una distinción clara entre los niños y su comportamiento.
Siempre comuníquese con sus palabras y acciones que usted los ama sin importar qué (incluso si no le gusta su comportamiento).
Cuando se comporten mal, dígales “No me gusta ese comportamiento” o “Ese comportamiento no está bien porque …” en lugar de “¿Qué te pasa?” o “¡Me estás volviendo loco!” Estas dos últimas frases utilizan la vergüenza y la culpa para crear un cambio, en lugar de un enfoque autoritario y práctico basado en razones y empatía.
También preste atención a su comunicación no verbal (lenguaje corporal, tono, etc.). Estas señales no verbales son poderosas y pueden cambiar el significado de sus palabras.
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8. Evite disciplinar a los niños cuando tienen hambre o están cansados.
Cuando los niños están cansados o hambrientos, no estarán enfocados en lo que usted está tratando de enseñarles. Dado que el objetivo de la disciplina es aprender, asegúrese de que sus hijos se encuentren en un estado físico y mental que les permita aprender de sus errores y tomar mejores decisiones la próxima vez.
Coloque un marcador de posición sobre el problema y aborde cualquier comportamiento problemático después de que haya descansado / alimentado y todos estén más tranquilos.
9. Enseñar a los niños las “3 P”
En lugar de decirles a los niños: “Puedes hacer cualquier cosa”, enséñales las 3 P: práctica, paciencia y perseverancia. Estos hábitos son la piedra angular del éxito.
10. Ayude a los niños a aprender a sentir sus sentimientos y elegir sus acciones.
Entrene a los niños sobre cómo responder (en lugar de reaccionar). Siempre está bien que sientan lo que sienten, pero puede que no sea correcto seguir sus sentimientos en acción (por ejemplo, golpear, gritar). Esta puede ser una de las habilidades más importantes que podemos enseñar a nuestros hijos.