La respuesta es ambas, si y no. Ya no existen estas restricciones entre las tribus de Europa y gran parte del mundo occidental. Sin embargo, tanto en Japón como en China, casarse con un socio no japonés o no chino todavía se mira con recelo. En parte, esto se basa en la desaprobación de otras etnias y en parte en las dificultades de la persona ajena a poder adaptarse a la cultura. Algunas religiones hacen cumplir que un no creyente tiene que convertirse en un creyente (o convertirse), antes de permitir el matrimonio.
Estas proscripciones van y vienen. En el pasado distante no importaba, demasiadas mujeres murieron en el parto, por lo que todas las mujeres eran aceptables para aumentar la tribu. Los mongoles pueden matar a todos los hombres de las tribus adyacentes, manteniendo solo a los niños muy pequeños para entrenar como soldados, ya todas las mujeres jóvenes y fecundas como esclavas y de las que se reproducen. No tenían prohibiciones “raciales”. Aparte de este tipo de expansión tribal, todas las tribus, en algún momento, han tenido la prohibición de casarse fuera del grupo tribal. No era la tribu; eran muy conscientes de la endogamia (incesto) demasiado cercana, por lo que organizarían matrimonios con tribus cercanas.