La tasa más alta de pérdida de embarazo (después de la implantación) se encuentra en las primeras 13 semanas. Para cuando llega a las 16 semanas, la mayoría del desarrollo del órgano se está acercando a su término, por lo que el riesgo de pérdida del embarazo es solo un pequeño porcentaje para el resto del embarazo.
Es hora de sentarse, tomar una taza de té y relajarse. Los más de 30 años posteriores a la entrega lo mantendrán ocupado y lo suficientemente preocupado. 🙂