Si la respuesta a las siguientes situaciones en su relación es que ocurren con mayor frecuencia, entonces podría concluir que está en el camino correcto. Sea honesto y no se sienta molesto si no están sucediendo en su caso específico, su relación aún puede necesitar madurez o tener otros aspectos que respalden su continuidad:
– Cuando realmente tienes que definir tus sentimientos, aparte del hecho de que te amas, la conclusión es que lo admiras.
– Escuchas y escuchas, y cuando esto sucede, ambos sienten que se han beneficiado del intercambio.
– Percibes a tu pareja como tu mejor amigo y cuando necesitas algo, tu primera reacción es comunicarte con él o ella antes que nadie.
– Cada uno de ustedes siente que el otro ama a uno, más que uno ama al otro.
– En lo profundo, en lo más profundo de tu alma, casi atávicamente, sabes que esta es la única, que estás realmente, realmente enamorado.
– Sus principios, valores fundamentales y morales más básicos son casi idénticos, aunque puede tener personalidades absolutamente diferentes. Esto significa que cuando llegue el momento de empujar, sus valores fundamentales son los mismos, aunque sus estilos pueden variar radicalmente. Puedes sobrevivir a los choques de personalidad, pero es extremadamente difícil sobrevivir a las inconsistencias de principios.
– Usted se comunica, verbalmente, en silencio, cuando está apartado o como quiera que sea. Nunca o rara vez dejas de comunicarte. Cada vez que estás separado y experimentas algo nuevo, extrañas tener a tu pareja a tu lado para contarles sobre ello.
– Aunque se necesiten, no se estrangulan. Sientes la necesidad de estar juntos pero respetas la individualidad de los demás.
– Son absolutamente honestos el uno con el otro, sus desventajas, sus finanzas, sus peculiaridades, todo. No ocultas nada del otro y no sientes la necesidad de hacerlo.
– Ambos se sienten cómodos en el entorno familiar del otro, lo que significa que no hay grandes diferencias, aunque no necesariamente hay una gran relación.
– Usted tiene necesidades sexuales similares o se satisfacen mutuamente. Tú sabes, entiendes y respetas los límites sexuales el uno del otro. Al mismo tiempo, también percibe qué puertas están absolutamente cerradas y que, con tiempo y paciencia, podrían abrirse.
– Usted tiene ideas similares con respecto al control de la natalidad y los niños (tener o no, el número de niños, si corresponde, su formación, educación y la responsabilidad de cada uno en el proceso).
– Sus ideas respecto de la religión, la política y otros puntos de vista sensibles son iguales, similares o, a lo sumo, lo suficientemente cercanos como para no generar diferencias serias o irreconciliables en su relación.
– Entiendes que una vez que estás casado eres una familia en sí misma, y no solo están dispuestos sino que también están obligados el uno al otro y a esta “nueva” familia por encima de cualquier otra relación familiar.
– En general, te sientes más completo como pareja que como individuo.
– Se ríen juntos más de las veces. Tienes la capacidad de reír juntos y al mismo tiempo el uno con el otro sin ofender.
– Cada uno de ustedes quiere dar al otro la felicidad.
¡Buena suerte!