Cuando dices “en el oeste”, estás agrupando un montón de puntos de vista y diciendo que todos son iguales.
Hay opiniones en ‘Occidente’ que afirman que el sexo solo debe practicarse entre personas casadas que están enamoradas, y solo por el bien de la procreación.
Hay opiniones en ‘Occidente’ que afirman que el sexo es sagrado y que solo debe compartirse entre parejas casadas.
Hay opiniones en ‘Occidente’ que afirman que el sexo no es algo sagrado, y es algo en lo que muchos adultos se involucran en las relaciones, pero no debe ser abatido por tener relaciones sexuales con parejas ocasionales.
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Hay opiniones en ‘Occidente’ que afirman que el sexo no es algo vergonzoso, y es una actividad humana perfectamente normal y saludable. Además, no hay nada sagrado en la “virginidad”, y es solo que el estado no tiene experiencia con el sexo.
Ahora, sin duda, es definitivamente más común en la mayoría de los países “occidentales” que el sexo no es algo terriblemente vergonzoso, y algo en lo que muchos adultos participarán independientemente de su estado civil. En general, la virginidad se ve cada vez menos como algo para ser aplaudido, y más como algo que es simplemente un estado de ser. Esto se debe a que reconocemos la idea de que ‘la virginidad como sagrada’ proviene de épocas más antiguas en las que las mujeres eran consideradas propiedad y no personas reales, y como tal, era algo que debía apreciarse para que el marido de una mujer pudiera saber con certeza que cualquier hijo nacido eran suyos