Mis padres me quitaron el teléfono una vez. No, en realidad devolví voluntariamente el teléfono a mis padres como un acto de rebeldía porque siguen molestándome por usar el teléfono todo el tiempo. Recordé que fue difícil durante un par de días, cuando FB no estaba cerca, pero todo volvió a la normalidad. Diez años después, cuando me convertí en padre, supuse que mis padres tenían razón. Por mucho que amo a mi propio hijo, si él no se comporta de buena manera, le quito sus juguetes hasta que vuelva a ser bueno.
Respuesta corta, no estás deprimido, solo otro adolescente típico. Acéptalo y prepara a tus padres un poco de té antes de que también se lleven la televisión.