[1] Chuparse el dedo: ayuda a tu hijo a romper el hábito
Chuparse el dedo puede ser un hábito difícil de romper para un niño. Entienda lo que puede hacer para ayudar a su hijo a dejar de chuparse el pulgar. Por el personal de Mayo Clinic
Chuparse el dedo es un hábito común entre los niños. En algún momento, sin embargo, podría pensar: “Ya es suficiente”. Aquí hay ayuda para animar a su hijo a detener el comportamiento.
¿Por qué algunos niños se chupan los pulgares?
Los bebés tienen reflejos naturales de enraizamiento y succión, que pueden hacer que se lleven los pulgares o los dedos a la boca, a veces incluso antes del nacimiento. Debido a que chuparse el dedo hace que los bebés se sientan seguros, algunos podrían desarrollar el hábito de chuparse el dedo cuando necesitan calmarse o irse a dormir.
¿Cuánto tiempo suele durar chuparse el dedo?
Muchos niños dejan de chuparse los pulgares solos en algún momento durante los primeros años de la infancia, entre los 2 y los 4 años. Para los niños mayores que continúan chupándose los pulgares, la presión de los compañeros en la escuela generalmente termina con el hábito.
Sin embargo, recuerde que incluso un niño que ha dejado de chuparse el pulgar puede volver a la conducta cuando está estresado o ansioso.
¿Cuándo debo intervenir?
La succión del pulgar no suele ser una preocupación hasta que entran los dientes permanentes de un niño. En este punto, la succión del pulgar podría comenzar a afectar el paladar (paladar) o cómo se alinean los dientes. Es más probable que esto ocurra si un niño succiona con fuerza, en lugar de apoyar pasivamente el pulgar en su boca. Sin embargo, la succión agresiva del pulgar puede causar problemas en los dientes de leche.
La Academia Americana de Pediatría dice que el tratamiento generalmente se limita a los niños que continúan chupándose el dedo después de cumplir los 5. Hable con su hijo acerca de su chuparse el dedo. Es más probable que tenga éxito en detener el hábito si su hijo quiere parar y ayuda a elegir el método involucrado.
En algunos casos, no prestar atención a chuparse el dedo es suficiente para detener el comportamiento, especialmente si su hijo usa el chuparse el dedo como una forma de llamar la atención. Si ignorarlo no es efectivo, prueba una de estas técnicas:
- Utilice refuerzo positivo. Elogie a su hijo o brinde pequeñas recompensas, como un cuento adicional para ir a dormir o un viaje al parque, cuando no se chupe el dedo. Coloque pegatinas en un calendario para registrar los días en que su hijo evita con éxito la succión del pulgar.
- Identificar los desencadenantes. Si su hijo se chupa el pulgar en respuesta al estrés, identifique el problema real y brinde consuelo de otras maneras, como un abrazo o palabras tranquilizadoras. También puede darle a su hijo una almohada o un animal de peluche para apretar.
- Ofrecer recordatorios suaves. Si su hijo se chupa el pulgar sin pensar, en lugar de como una forma de llamar su atención, recuérdele que se detenga. No regañe, critique o ridiculice a su hijo. Para evitar la vergüenza frente a otras personas, puede alertar a su hijo de chuparse el dedo con una señal de mano especial u otra señal privada.
¿Puede el dentista ayudar?
Si le preocupa el efecto de la succión del pulgar en los dientes de su hijo, consulte con el dentista. Para algunos niños, una conversación con el dentista sobre por qué es importante dejar de chuparse el dedo es más efectiva que una conversación con mamá o papá.
En otros casos, el dentista puede recomendar un protector bucal especial u otro dispositivo dental que interfiera con la succión.
¿Debo probar el refuerzo negativo?
En raras ocasiones, algunos médicos recomiendan usar técnicas desagradables, como cubrir la uña del pulgar de su hijo con vinagre u otra sustancia amarga o vendar el pulgar.
¿Y si nada funciona?
Para algunos niños, chuparse el dedo es un hábito increíblemente difícil de romper. Sin embargo, recuerde que la presión de los compañeros generalmente hace que los niños dejen de fumar durante el día cuando comienzan la escuela.
Mientras tanto, trate de no preocuparse. Poner demasiada presión sobre su hijo para que deje de chuparse el dedo podría retrasar el proceso.
Notas al pie
[1] Chuparse el dedo: ayuda a tu hijo a romper el hábito