¿Cómo se siente hacer el amor con tu esposa?

Se siente como ir a un lugar especial donde solo ella y yo vivimos. Nos unimos en armonía, actuando unos sobre otros para maximizar el placer. Me complace ver y escuchar cómo reacciona a mis esfuerzos para hacerla sentir. Estoy emocionada y feliz cuando toma la iniciativa de hacer cosas que sabe que me traen alegría. Cuando la llevo al clímax, se derrite en mis brazos, y saboreamos el momento, ya sea en un abrazo tranquilo o en una conversación suave, y luego continúo complaciéndola por otro orgasmo, o comenzamos a perseguir el mío. Cuando entro en ella, es una sensación maravillosa ya que ya está preparada. Al penetrarla, siento que ella flexiona sus músculos internos y se mueve con o contra mis movimientos para ajustarlos en beneficio mutuo. Si la llevo a otro clímax mientras estoy dentro, las convulsiones de su vagina son muy parecidas al masaje más sensual posible. Finalmente, cuando llego al clímax, toda la acumulación de presión y tensión se libera de mi cuerpo. Estoy inundado de endorfinas, relajado en un grado incomparable a cualquier otro, y mi mente es clara. Se produce una conversación más suave, y este es un excelente precursor del sueño sólido, o de reanudar el resto del día con una sonrisa en mi rostro.