He tenido que explicarle esto a mi hermana tantas veces. Le digo que hay “nuestra familia”, que somos yo, ella, nuestra mamá, papá, abuelos y tías y tíos porque era nuestra vida. Luego está “MI familia”, que son mis hijos y mi marido, que son las personas que son mi vida.
Entiendo que hay una necesidad de diferenciar los dos. En muchos casos, a las personas les encanta interferir solo porque son “familiares”. Pero el hecho es que “nuestra familia” tiene límites cuando se trata de mí y de “mi familia”.