Lo que piensas mientras te masturbas es todo tú. No afecta a nadie y nada excepto a ti mismo. He fantaseado con un montón de mujeres casadas en mi tiempo. He fantaseado con mis maestros y profesores, compañeros de trabajo, clientes, clientes e inquilinos.
Con quién fantaseas, con qué fantaseas, estas cosas no importan. No hay nada inmoral en tus fantasías. Son solo imágenes en tu cabeza, nada más, y no hacen daño a nadie.