Cómo convertirse en una madre más educada.

Comience con metas pequeñas. Al igual que con cualquier otro problema de comportamiento en el que esté tratando de trabajar, el cambio se mantendrá si no toma demasiado a la vez.

Entonces, por ejemplo, dedique 5 minutos al día solo a estar con su hijo. Tal vez leerle un libro, o simplemente acurrucarse en el sofá.

Si puedes, trata de tocar más a tu hijo. Los niños necesitan esa cercanía física con un padre. Puedes hacer un abrazo al día, tal vez cuando se van o regresan a casa de la escuela. Si te están hablando, míralos a los ojos (en lugar de seguir mirando a tu teléfono inteligente, por ejemplo) y toca sus hombros mientras te hablan.

O elige otra área en la que los cuides, una que te refiera a tus puntos fuertes. ¿Eres un buen cocinero? Hornear o cocinar algo que les gusta especialmente es una forma clásica de crianza de los padres. (Solo asegúrese de no hacerlo como recompensa por algo que ellos hacen, o siempre asociarán la comida con la recompensa, que es una forma segura de que desarrollarán problemas con la mala comida más adelante)

Si eres bueno en los deportes, pasa 5 minutos al día lanzando una pelota.

Escúchalos. Los niños necesitan ser escuchados. Míralos a los ojos y diles que sabes cómo se sienten. Anímalos a que te hablen más.