Primero, quiero secundar la respuesta de Andrew de que la alegría NO es el único objetivo de la educación. Así como a los niños no les gusta comer sus vegetales y es un trabajo de los padres conseguirlos, los niños no siempre quieren aprender, es su trabajo ayudarles a aprender de todos modos.
Dicho esto, la mejor manera de ayudar a que la educación sea feliz para un niño es ayudarlo a dirigir su propio aprendizaje con curiosidad. Claro, debemos asegurarnos de que los niños entiendan las matemáticas, el lenguaje, la historia, etc. Sin embargo, hay muchas materias que una escuela primaria no enseñará para que los niños puedan aprender y realmente les guste hacerlo. Pregúnteles si les gustaría aprender robótica o programación. Hay una enorme cantidad de recursos en Internet para ayudar a un niño a aprender a programar o a jugar con un robot básico que pueden modificar.
Si bien también es útil para aplicaciones serias en adultos, una Raspberry Pi es una herramienta INCREÍBLE para que los niños la usen y aprendan.
O tal vez les encanta el arte. Tome una clase de escultura junto con su hijo, o una clase de pintura. Hay muchas clases basadas en la comunidad sobre estos temas que animan a los niños a venir y participar.
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Además, puedes aprender algo con tu hijo que TÚ quieres saber. Digamos que siempre has querido aprender a tocar el piano. Tome lecciones con su hijo y luego trabaje con ellos cuando esté en casa.