Los patrones de abuso y negligencia son difíciles de romper. Parece que pasan de una generación a otra.
Ocurren por varias razones.
- Los niños tienen hijos antes de tener la edad suficiente para ser padres amorosos.
- Los padres no tienen suficiente información o apoyo.
- Los padres tratan a sus hijos como fueron tratados.
- Hay otros desafíos que enfrentan los padres, como ser adictos a las drogas y al alcohol.
En mi caso, repetí los patrones con los que crecí. Para romper esos patrones y parar. Debido a las personas que más amaba, tenía que obtener ayuda.
Primero tuve que hacerme cargo del problema.
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Entonces, tuve que humillarme y buscar, agresivamente, las soluciones que me ayudaran a cambiar.
Se ha tomado todo lo que tengo dentro para sanar y dejar ir mi propia ira y mis heridas. Repararme desde cero es una labor intensiva.
Lo hice porque mis hijos merecen una madre que esté dispuesta a ser responsable de sus problemas. Lo hice porque la vergüenza y la culpa que venía con mis comportamientos
Fue insoportable para mí. Lo hice porque queria
para romper un ciclo de violencia y autodestrucción que estuvo en mi familia durante generaciones antes que yo.
Se necesita coraje, determinación, humildad y perdón constante para uno mismo y para los demás.
Para mí, también se necesita un compromiso implacable para seguir un camino espiritual que traiga paz y sanación a diario.
La recuperación ha sido extensa y continua. Los recursos para individuos y familias que desean curarse están en cada comunidad. La intervención divina es un regalo constante para cualquiera que busque mejorar y desea ser un mejor ser humano.
Cualquiera puede aprender las habilidades necesarias para amar y criar correctamente.
Comienza con la sincera voluntad de tomar las siguientes acciones correctas, reconocer el problema y obtener ayuda.
Nuestros hijos no son responsables de ningún sufrimiento con el que crecimos. Ellos merecen ser protegidos de los restos de nuestro pasado.
Es nuestro trabajo mantener a nuestros niños seguros. Su seguridad comienza en casa.