Como escribe Andy Hayes, la idea es que sea mejor para los bebés. También es práctico para los padres.
En Escandinavia, pasar un tiempo respirando aire fresco al aire libre es un ideal cultural. Se supone que respirar aire fresco siempre es bueno para usted, incluso si eso significa que los bebés dormirán en la acera fuera de un café en una calle concurrida de la ciudad. Realmente no hay ninguna ciencia que apoye esto, que yo sepa. Todo lo contrario: el aire es probablemente más limpio dentro que fuera.
Una vista común en las ciudades escandinavas. (Fuente: Barnevognmafia`n !!)
Sin embargo, también hay consideraciones prácticas. Debido al clima, los bebés están envueltos en varias capas de lana durante el otoño / invierno / primavera. No es práctico “desenvolver” a los niños para entrar (y despertará a los bebés si están dormidos), y es perfectamente seguro dejarlos afuera. Que yo sepa, el mayor riesgo es que a los gatos les guste dormir en la cara de los bebés para calentarse en invierno y sofocarlos. Es por eso que verás muchos cochecitos con lo que parecen redes de insectos cubriéndolos, son para mantener alejados a los gatos. No hay insectos en invierno.
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Luego está el hecho de que gran parte de la crianza de niños escandinavos es colectiva en guarderías infantiles, también conocida como colmenas infectadas de enfermedades contagiosas. Aquí los niños duermen afuera durante la siesta, y la idea es, aparentemente, que están protegidos contra enfermedades infecciosas al tomar siestas al aire libre. Nuevamente, dudo sinceramente que haya alguna ciencia que apoye esta hipótesis, y que es simplemente un intento de justificar la tradición. 
Bebés que duermen afuera durante la siesta en invierno en un centro de cuidado diurno noruego. (Fuente: Poppellunden Barnehage)
Cabe señalar que el consejo oficial para los padres, al menos en Noruega, es no permitir que los niños duerman afuera a temperaturas inferiores a -10 ° C.
