Ve a su restaurante favorito.
Pide sus platos favoritos, prepara un almuerzo o cena.
Pagar por adelantado.
Pídele que se una a ti.
Aún mejor llamarlo allí con una excusa.
Déjate sorprender por este gesto tuyo.
Comer y hablar
Los padres no dicen, pero se ven muy afectados por las cosas que sus hijos hacen por ellos.
Cuando se emocione, pregúntale qué le molesta.
Intenta entenderlo y escucha.
En lugar de preguntarle si puede ser de alguna ayuda, asegúrele que está dispuesto a ayudar incluso si eso significa apoyarlo en sus peores momentos.
A veces la tranquilidad es la mejor terapia. Dile que siempre estás ahí.
Espero que esto ayude. 🙂