Aquí está la cosa: las experiencias que tienes con alguien cambian tu percepción de ellos. Cuando has vivido una larga y larga vida con alguien que te importa, que te ha apoyado en los malos momentos, ha celebrado los buenos tiempos, te ha llamado a la mierda y ha sido llamado a la suya, ves en ellos el reflejo de ellos. años.
Y como tus cuerpos cambian juntos, te adaptas a medida que avanzas. No es como si alguien se despertara un día y de repente son una bruja arrugada. El cambio ocurre gradualmente, dando a cada compañero la oportunidad de asimilar cada nuevo pliegue.