Un bebé de un año tal vez vea el mundo como un lugar maravilloso, sin importar qué. En la gran mayoría de los casos son adorables y reciben muchos abrazos, por lo que debe ser genial. No sabes nada más sobre ser independiente, así que a quién le importa?
Hay un viejo dicho que dice: si hay niños en una casa, el diablo no puede venir porque le pisan la cola. Los niños simplemente se van, lloran si lo necesitan, no importa de qué te estén abrazando al minuto siguiente. Si fuéramos como niños, el mundo sería tan bonito y puro.