No se les dio el título de “Terrible Two’s” por ninguna razón. A esta edad, están trabajando en la capacidad humana normal para tomar decisiones por sí mismos y necesitan orientación para aprender de la mejor manera.
No siempre va a ser fácil, porque si bien quieres que aprendan los Derechos y las injusticias, sin romper su espíritu de independencia. Dándoles opciones cuando sea necesario, pero haciéndoles saber que en algunas cosas no hay opción.
Puedes dejar que algunas cosas se deslicen y no hacer una gran cosa, pero cuando interfiere con otras personas, entonces es posible que tengas que intervenir. Elige tus batallas con prudencia. ¿Es algo realmente malo, o es que simplemente no te están escuchando? ¿Están cansados, hambrientos o solo quieren lo que quieren?
Un tiempo fuera para cosas realmente malas como lastimar a otros o simplemente ser totalmente desafiante con lo que les pediste que hicieran o no, funcionará.
Toma tiempo y debes hacer que tus palabras signifiquen lo que dices. Lo mejor es 1 (un) minuto de tiempo fuera por edad. Ponlos en un lugar donde puedas verlos. Simplemente explique lo que hicieron y por qué está mal, con voz firme y sin gritos. No se dé por vencido, pero no hable con ellos mientras están en el tiempo fuera.
Si se levantan antes de que termine el tiempo, devuélvalos y dígales que no pueden salir porque necesitan entender que el comportamiento es inaceptable. Si se levantan de nuevo, devuélvelos sin palabras.
No los confunda cediendo y dejándoles regresar a otra cosa sin completar su tiempo y diciéndoles que lo lamentan.
Con el tiempo, comprenderán lo que se espera y el resultado del mal comportamiento, por lo que conocerán los Derechos y las faltas.
Ten cuidado con tus habilidades de recompensa. Una rabieta porque quieren que el juguete o la galleta no se calmen dándoles lo que quieren. Si un berrinche comienza porque no se salen con la suya, lo mejor es respirar e ignorarlo. Tuve que pasar por encima de un niño llorando para cruzar una habitación, porque se negó a recoger sus juguetes. Cuando se calmó de ser ignorado, lo hice continuar recogiendo los juguetes, dándole elogios cuando se completó el trabajo. Las recompensas son por buen comportamiento no solo para tranquilizarlos.
Buena suerte, pero solo sepan que confían en usted para que les enseñe cómo manejar las cosas y que copiarán lo que usted hace, así que recuerde mostrarles la forma correcta de manejar las cosas en la vida y ellos desarrollarán su independencia siguiendo su ejemplo.