Ninguna madre se siente mal cuando alguien conversa con los niños.
Su vestimenta debe ser simple y sutil, su tema no debe ser amenazador o impulsivo.
Cuando hable, mantenga una buena distancia y mire a todos, incluso si está conversando con una sola persona.
De esta manera, involucras a todos en tus discusiones y todos se sienten más relacionados.
Use palabras menos conservadoras y conviértase en un hábito de sonreír y relacionarse con lo que habla.