Control es, de hecho, una palabra inútil en cualquier aspecto de la vida. La vida no merece control, sino que necesita orientación hacia la dirección correcta. La naturaleza misma de la vida es experimentar y evolucionar y no podemos detenerla. Durante miles de años, la vida ha evolucionado independientemente de las personas que intentan ejercer su control sobre ella.
Ahora, en el caso de los niños, es un hecho comprobado que el control no obtiene lo mejor de ellos. Mira el mundo de hoy y tendrás tu respuesta. Con todos los avances modernos para controlar nuestras vidas, hemos logrado que el planeta se encuentre en su peor estado.
Por lo tanto, tratar de controlar a los niños limitará sus habilidades y conocimientos a un nivel sutil que normalmente no notamos. Con los métodos de control actuales para criar a los niños, hemos reducido en gran medida su comprensión sobre la naturaleza y la coexistencia de los seres humanos.
En su lugar, debemos poder brindarles el conocimiento y la orientación adecuados a los niños para que puedan explorar este mundo de la manera correcta y hacer un mejor uso de sus capacidades para vivir una vida feliz. Solo para dar un ejemplo, una reacción nuclear da una cantidad tremenda de energía cuando se guía adecuadamente. Los científicos lo llaman reacción controlada, pero esa palabra es inútil porque nunca podemos tener el control y Chernobyl es un ejemplo de eso.
Por lo tanto, confiar en los buenos valores morales y sociales puede liberar el tremendo potencial que tienen los niños y puede ayudarnos a hacer un mundo mejor mañana.