Ouch … Una dura, en realidad. He estado allí, un poco, así que compartiré mi fórmula contigo.
En primer lugar, elimina todo rastro de su existencia de tu vida. De verdad. Eliminar, bloquear, dejar de seguir en las redes sociales y en la lista de contactos telefónicos. Dona sus regalos a la caridad. No lo hagas por despecho. Este no es un ejercicio de odio o resentimiento, es un ejercicio de curación. Piense en ello como ir a Turquía fría.
Una vez que la evidencia material se ha ido, tienes que lidiar con los recuerdos y el subconsciente. Normalmente, lo harías lentamente y con la ayuda del cierre, pero, dadas las circunstancias, tu enfoque tiene que ser mucho más agresivo. Entonces, obstruya sus canales con otras cosas. Hacer cosas, pensar cosas, construir cosas, perforar cosas, leer cosas. Frenéticamente Con toda tu pasión. Cuando surja la idea de ella, ahoga la señal con otra cosa.
Ahora, algunos dirían que esto significa “evitar el problema”. No lo hace Significa “Levántate del suelo de nuevo”. Al principio, los recuerdos aparecerán constantemente. Con el tiempo, su recurrencia se reducirá en frecuencia. Eventualmente, podrás pensar en ella sin siquiera un suspiro. Tomará tiempo, pero lo lograrás. De vez en cuando, recaerás. Si esto sucede, repita el proceso.
Una vez que llegues a la etapa en la que puedes pensar libremente en ella sin que tus emociones se vuelvan locas, piensa: ¿Por qué haría eso? La objetividad completa es imposible, por lo que solo debes hacer esto DESPUÉS de que hayas podido llegar a un acuerdo con el hecho de que ya no está en tu vida. Esta parte es importante, porque tienes que darte cuenta de que su caso es especial. De ninguna manera es el comportamiento habitual de las personas emocionalmente equilibradas, y no tiene nada que ver con usted. El no reconocer esto lo dejará con problemas de confianza e inseguridad profundamente arraigados.
Finalmente, sigue con tu vida. Sigue haciendo las cosas que hiciste antes, o las que comenzaste a hacer después, y continúa construyéndote. Hazte una mejor persona, no por ella, sino por ti mismo.
Todo esto es más fácil decirlo que hacerlo, pero puede y debe hacerse. Recuerda que tienes el potencial y la prerrogativa de ser feliz.