Hay dos maneras de lidiar con esto.
Primero, puedes continuar haciendo lo que estás haciendo, lo que no te llevará a ninguna parte.
No puedes cambiar el pasado. No puedes deshacer lo que se ha hecho. No puedes culpar continuamente a los demás por tu propia negativa a seguir adelante.
A menos que esas personas hayan matado a alguien que amaste (en cuyo caso deberían estar en la cárcel), incluso entonces las lágrimas no harán que esa persona regrese.
Segundo, puedes elegir aceptar lo que sucedió como tu pasado.
Pasado – no presente. Y mientras está curando sus heridas emocionales (físicas) por su cuenta o con ayuda profesional, aún puede elegir avanzar.
Mientras lloras por el pasado, las personas que te rodean recorren sus vidas, pasan tus propios meses y años, te atrapas en un momento que ya no es relevante y no dejas que tus heridas se curen porque las estás volviendo a abrir. Todos y cada día.
Lo hecho, hecho está. Puedes negar que sucedió, pero no te llevará a ningún lado. Puedes pretender que esas personas finalmente pagarán un precio por sus acciones, pero esto te encadenará nuevamente: tu felicidad dependerá de que alguien más cambie, y eso es poco probable que suceda.
- ¿Está bien romper solo porque tus padres no están de acuerdo con la chica / chico que elegiste porque él / ella es de una casta diferente?
- Mi novio es bengalí y mis padres me dijeron que la gente bengalí hace magia negra. Me pareció ridículo. ¿Qué sugieres?
- ¿Debo evitar hacer novias solo porque mis padres están en contra?
- ¿Estoy moralmente obligado a apoyar a un padre abusivo cuando ella es vieja?
- Cómo convencer a mis padres de tener un gato.
Entonces, recupera tu felicidad. No lo condiciones a nadie. Estás aquí. Estás vivo.
Su pasado es relevante solo en la medida en que comienza el resto de su vida. Tu pasado no es donde termina tu vida.
Tal vez sea doloroso pensar siquiera en seguir adelante. Puede ser doloroso pensar en esas personas. Puede ser insoportable considerar tu futuro. Pero nada es tan doloroso como terminar tu vida de esta manera: vivir con un dolor constante y autoinfligido.
No tienes que planear las cosas por delante.
Planifica tu vida por horas, por días, por semanas.
Un día a la vez, pero elige seguir adelante.
En un momento apuesto a que pensaste que no podrías continuar. Ese momento fue hace semanas. Y mírate ahora: estás vivo, estás aquí y estás aquí para quedarte.
Así que haz tu estancia visible. Elige vencer el dolor y espera el mañana. Nada enfurece a los que te lastiman más que al sacudir tu pasado y salir victorioso. Así que hazlo..