La parte perdonadora es posible una vez que entendemos que el perdón se trata de nosotros, no de “ellos”.
Perdonar es lo que hacemos dentro de nosotros mismos para que podamos volver a ser lo que necesitamos ser sin continuar permitiendo que la otra persona retenga el control sobre nosotros.
No significa necesariamente que debemos reparar cualquier tipo de relación con esa persona. Eso depende de la situación individual.
Olvidar es otro asunto. No defiendo el olvido. Cuando olvidamos no aprendemos. Todo en nuestras vidas nos enseña algo. Necesitamos recordar para no olvidar la lección.
- ¿Cómo se siente pasar por un divorcio, tener un hijo adolescente?
- En retrospectiva, ¿cuáles fueron los signos predictivos de su divorcio?
- ¿Cuál es su solución de una oración para la creciente tasa de divorcio?
- En una batalla de custodia estricta, ¿cómo decide un tribunal qué padres obtienen la custodia del niño?
- ¿Cómo es tener relaciones sexuales con tu pareja después del divorcio o la ruptura?
Sin embargo, los recuerdos no deben permanecer cáusticos para siempre. Cuanto más aprendemos, más “purificamos” nuestros recuerdos para obtener resultados positivos, sin importar qué tan negativo fue el aporte en ese momento.