Realmente depende del matrimonio.
El riesgo siempre está ahí.
Pero si lo haces bien, en lugar de perder tu identidad, obtienes una nueva y te adaptas a ella.
“Perder su identidad” tiene un cierto tono negativo que puede no suceder necesariamente.
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Cada relación sana implica una cierta cantidad de dar y algunos límites.
Lo que he aprendido en la vida es que cuando amo a una persona, mi felicidad está en su felicidad. Nunca podré ser feliz si mi amor no lo es. Por eso me encanta dar. Disfruto haciendo de su felicidad mi prioridad. Si en este proceso, tengo que ver una película de ciencia ficción (o escuchar sus largas y excitantes charlas sobre ciencia o deporte), estoy más que feliz. No considero que esté perdiendo mi identidad. Tengo la oportunidad de aprender sobre algo nuevo y diferente.
El segundo aspecto de un matrimonio tan saludable son los límites claramente comunicados. Si los traspasamos, sentiría que hay una pérdida.
En el matrimonio (o cualquier relación), la pérdida de una persona nunca es la pérdida de una sola persona. Es la pérdida de la relación.
Todas las relaciones duraderas tienen que ver con la relación más que con sus componentes individuales.
Por lo tanto, el riesgo existe. Depende de usted convertirlo en un matrimonio maravilloso y satisfactorio en el que no perciba ninguna pérdida. Digo esto a menudo. El matrimonio es un trabajo duro. Esfuerzos constantes Necesitas desarrollar habilidades de relación y aprender a no dar nunca por sentado lo otro.
¿Vale la pena? Por supuesto que sí. ¿Quién no querría una compañía saludable para toda la vida? 🙂
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